Por qué NO hay que castigar a un perro tumbándolo en el suelo
astigar a un perro obligándolo a tumbarse en el suelo (roll over), es un método de castigo que muchas personas utilizan pensando que funciona. En este post explico por qué yo nunca lo recomiendo y cuál es la idea errónea que dio lugar a su invención.
¿De dónde viene la idea de castigar a un perro mediante el “rollover”?
El denominado “Roll over” (en inglés) o “Dominada”, en español, es uno de aquellos castigos para perros que, pese a no ser efectivo, se ha popularizado, y de qué manera.
Consiste en obligar al perro, mediante una manipulación forzada, a tumbarse en el suelo dejando desprotegido su abdomen, una de las partes más vulnerables de su cuerpo (los perros protegen su vientre de las mordidas de otros perros al tratarse de una zona en la que se alojan órganos vitales).
Roll over perro
Este método para castigar a un perro surge al tomar como referente el comportamiento de los lobos (antecesores salvajes de los perros domésticos).
La idea nace de la creencia errónea de que el lobo Alfa de una manada tumba panza arriba a otros lobos de manera forzada para reafirmar su dominancia. Sin embargo, esta asunción tiene varios problemas:
No se ha observado un solo lobo que haya obligado por la fuerza a otro a tumbarse panza arriba y mostrar su abdomen. Esta postura siempre es adoptada de forma voluntaria por el lobo más sumiso. No hay evidencia científica de que el roll over sea una forma eficaz de castigar a un perro. No se ha comprobado que, realmente, reduzca la probabilidad de aparición de la conducta problemática del perro. Además, hay que tener presente que, aunque perros y lobos comparten el 99,8% de su ADN mitocondrial, ello no nos puede llevar a afirmar que ambas especies se comportan de forma idéntica.
Lo que hacen los lobos no siempre nos sirve para explicar lo que hacen nuestros perros, y viceversa.
Una postura que indica sumisión
Fuera de un contexto de juego, cuando un perro se tumba en el suelo, mostrando su vientre a otro perro, lo hace para expresar sumisión. Por cierto, sobre las relaciones de dominancia y sumisión entre perros puedes leer este artículo súper interesante.
Comportamiento ritualizado
Tumbarse panza arriba, como el perro de la ilustración, es lo que se denomina un comportamiento ritualizado.
Los comportamientos ritualizados son aquellas cosas que los perros hacen, en su origen, para cubrir una función biológica determinada y que, con el transcurso de la evolución, han adquirido una nueva función comunicativa.
Me explico:
Durante las primeras semanas de vida, los cachorros necesitan que la madre los lama con su lengua en la zona del vientre para estimular la urinación o la defecación, para ayudarles a hacer pis o caca. Para ello se tumban boca arriba, dejando su abdomen expuesto a la lengua de la madre. Cuando crecen, los perros adoptan esa misma postura en señal de sumisión, para indicar a otro perro o persona que no son un rival sino todo lo contrario. También la utilizan para acortar distancias sociales. Es una señal de “voy en son de paz”. Por cierto, otro de los comportamientos ritualizados más comunes tiene mucho que ver con los besos caninos 🙂
Sumisión en perros
Esta postura también es frecuente durante el juego entre perros. Algunos te tiran al suelo, como haciendo la croqueta, en el contexto de una sesión de juego con otros perros. Esto es porque, durante el juego, los perros adoptan posturas y actitudes que les ponen claramente en situación de desventaja frente a otros perros con los que están jugando, precisamente para marcar que se trata de un juego y no de una competición.
En este artículo sobre cómo saber si tu perro juega o va a pelearse te explico más sobre este tema tan importante.
Riesgos de castigar a un perro tumbándolo en el suelo
Castigar a un perro tumbándolo en el suelo de manera forzada es un método de castigo inapropiado por varias razones.
1- Castigar a un perro porque se ha peleado con otro, por ejemplo, y obligarle a dejar su vientre al descubierto podría provocar que el otro perro, aprovechando la situación, viniera a morder al nuestro y éste no tuviera oportunidad de protegerse.
2- Es muy posible que el perro no entienda el castigo: los perros sólo utilizan esta postura de forma voluntaria y para expresar sumisión hacia otro individuo. Sacada de contexto, puede no tener ningún sentido para el perro.
3- El propietario que tumba a su perro por la fuerza puede resultar mordido: conozco más de un caso en el que el perro, al verse totalmente sometido por la fuerza, reacciona con agresividad. Y no se trata de excepciones sino de casos mucho más frecuentes de lo que mucha gente cree.
Estas tres razones me parecen más que suficientes para desaconsejar radicalmente el rollover como método para castigar a un perro.
Entonces… ¿cómo castigar a un perro?
Castigar a un perro no es un pecado, y muchas veces resulta necesario a la hora de marcar límites. Sin embargo, no todos los castigos valen. Algunos son del todo inapropiados.
Lo básico para que un castigo sea eficaz es que cumpla cuatro condiciones:
Que sea inmediato: justo después de que el perro haya hecho algo “mal” Punitivo en su justa medida: no hay que pasarse pero tampoco ser demasiado blandos Breve: el castigo debe terminar en cuanto el perro deja de hacer aquello que está mal No señalado: no puede haber intermediarios en el castigo. Si quieres ampliar información sobre este último punto, o si te apetece saber cuáles son los castigos para perros eficaces, aquellos que verdaderamente funcionan, te dejo aquí un post que te ayudará: